Los madrileños tendrán que pagar un 3% más de media por su abono transporte y por el resto de billetes para los medios públicos de locomoción a partir del próximo mes de febrero.
El consejero de Transportes e Infraestructuras, Pablo Cavero, adelantó este lunes que esa será la cifra que el Consorcio Regional de Transportes,
organismo controlado por el Ejecutivo autonómico, propondrá al resto de
representantes de su consejo de administración como medio para cuadrar las cuentas del ente que gestiona el sistema de transporte autonómico.
El Ejecutivo lo justifica en la subida del precio de la energía y los carburantesLa
subida, destacó Cavero, es acorde al IPC (que ha subido un 2,9%) y no
afectará por igual a todos los títulos. Será este martes, tras la
reunión del consejo de administración del Consorcio, cuando se conozca
cómo afectará el incremento a los distintos operadores (Metro, autobuses interurbanos, EMT)
y en las bonificaciones de las que se benefician algunos colectivos
como las personas con discapacidad o las familias numerosas.
Cavero achacó la revisión al alza a la necesidad de mantener el equilibrio en las cuentas del Consorcio y al incremento de los costes de la energía
en algunas modalidades del transporte, por ejemplo, la electricidad en
el suburbano, o el gasóleo en los autobuses interurbanos.
La subida de febrero será la tercera con la que tendrán que cargar
los usuarios en menos del año. En mayo de 2012, la Comunidad dio un 'sablazo' al bolsillo de los ciudadanos al subir los precios hasta un 11% de media, cinco veces más de lo que se encarecía el coste de la vida. En septiembre, y después de que el Gobierno de Mariano Rajoy decidiese subir el IVA, el Ejecutivo volvió a repercutirlo en los pasajeros (+2%).
El excesivo número de kilómetros de Metro y sus modelos de gestión está detrás de las subdias, según los expertosLa subida de mayo se produjo tras la campaña de Metro 'Más por menos', en la que promocionaba el billete menos competitivo para el usuario (el sencillo) y que despertó numerosas críticas.
En esta ocasión, el lema se ha dado la vuelta. En lugar de tener más
servicios por menos dinero, los madrileños pagarán más por menos
ventajas, ya que tanto Metro (dependiente de la Comunidad) como la
Empresa Municipal de Transportes (responsabilidad del Ayuntamiento de la
capital) decidieron el año pasado suprimir expediciones y aumentar los tiempos de espera para ahorrar. Ninguna de las compañías anunció públicamente sus intenciones.
Los recortes y las subidas de tarifas obeceden a la falta de recursos para financiar un sistema de transporte público que los expertos califican como "de lujo", pero que es insostenible debido, entre otras, a la constante bajada de viajeros que registra desde 2008.