1. Porque toda la derecha está esperando la victoria de España para
que la gente, rebajada en su lectura repetida a la condición de chusma
vociferante, no cargue contra los que les recortan en medicinas, les
impiden llegar a la universidad, les cierran escuelas, les suben los
impuestos y reparten el dinero a los bancos. Y además, porque esa
derecha está conforme con que a España se la identifique con el fútbol,
para que se olvide el esfuerzo por conseguir premios Nobel, científicos
de reconocimiento mundial, filósofos de referencia, pensadores, médicos,
políticos de talla…
2. Porque Iker Casillas dice hoy en El país: “somos una generación
educada para ganar”, cuando uno de cada dos de su generación están en el
paro. Lo que me hace pensar que es un gilipollas, y cuando lo vea en el
campo voy a pensar: es un gilipollas, es un gilipollas, es un
gilipollas…
3. Porque los jugadores de Italia han dicho que su bonificación va a
ir a ayuda social, mientras que los jugadores del Reino de España han
callado, esto es, han afirmado, además con cobardía, que les trae al
pairo la crisis y que ellos, pese a sus sueldos, no renuncian a un plus
que suma 17 millones de euros. Y es difícil ver un partido y preferir
que gane la selección de un país diferente al tuyo.
4. Porque Ana Botella, la mujer de José María Aznar, alcaldesa
devenida de Madrid, suegra de Alejandro Agag (socio de Berlusconi y
mezclado en demasiadas tramas donde sale el nombre de la Gürtel), ha
dicho que hay que tratar a los jugadores el lunes, ganen o no ganen,
como “héroes”, y vamos a gastar presupuesto público, ganen o no ganen,
para recibirlos en Madrid. Cuando algunos pensamos que los únicos héroes
que debiéramos recibir en Madrid, porque nos representan a todas y a
todos, son los mineros, pero a esos no los va a recibir la alcaldesa de
la capital del Reino.
5. Por la portada del ABC que abre estas líneas y también por la
portada de La Razón de hoy, que me insultan mucho más de lo que me
entretendrá el partido.
6.
Porque Valencia está ardiendo y el Presidente del Gobierno de España se
va a Ucrania a ver un partido de fútbol mientras la “patria” se
consume. Porque sabe que si gana la selección, va a tener un poco más de
margen, y me llevan los demonios que le demos un poco más de margen a
esa persona que, como hemos podido leer recientemente en una pancarta,
es tonto del culo (parte importante de la responsabilidad de la crisis
del euro).
7. Porque es una desvergüenza cómo ha argumentado el Ministro de
Asuntos Exteriores la presencia española en un país del que hasta ayer
se decía que irrespetaba los derechos humanos. O se reconoce a Ucrania o
nadie le da la mano al Presidente. La hipocresía constante de la Unión
Europea da aquí una vuelta de tuerca más. No tememos problemas con
muchas dictaduras del mundo, pero cuestionamos la democracia en Ucrania.
Dicho esto, si hay una final de fútbol que va a dar réditos políticos
en casa, da todo lo mismo y rehago los argumentos. Los ucranianos que
están luchando por la democracia se morirán de vergüenza. Y yo con ellas
y ellos. Y así no hay quien disfrute de un partido.
8. Porque si bien es cierto que siempre hemos sido rehenes del pan y
circo, la crisis económica en curso ha extremado tanto este recurso que
es muy difícil no sentirnos maltratados. Siempre nos preguntamos: “¿y
tú qué estarías dispuesto a sacrificar para conseguir un país más
decente?”, y encuentro que hacer ver hoy que el caramelo del fútbol no
me hace olvidarme de la que está cayendo, es un elemento más para que el
poder esté algo más preocupado. A pequeñas dentelladas va cayendo el
árbol.
9. Porque vivo en Madrid y no creo aguantar ver esta ciudad
convertida esta noche en un monumento al olvido, llena de banderas rojas
y amarillas, de coches descapotables tocando la bocina, de pijos
tomando la calle como lo hacen los que no son pijos cuando tienen
reclamaciones. Y el único argumento es: porque ha ganado la selección.
10. Porque si ganase la selección española y saliera con la bandera
republicana a sentirme orgulloso de un éxito de mi país, es bastante
fácil que la noche terminara con problemas.
11. Porque conozco gente que tiene dificultades con el pago de las
medicinas, porque conozco gente que no va a poder pagar la matrícula de
la universidad el semestre que viene, porque tengo compañeros de trabajo
a los que ya no les han renovado el contrato, porque veo deteriorarse
la enseñanza pública, porque a los inmigrantes les hacemos cada vez más
la vida imposible aunque estén cuidando de nuestros ancianos, enfermos,
hijos, porque quiero que la gente se distraiga de la mierda de época que
nos está tocando vivir pero no quiero ni que se olviden de lo que está
ocurriendo ni que sean rehenes de las estrategias del gobierno para
seguir insistiendo en más de lo mismo. Porque veo el partido y me va a
ocurrir lo mismo que cuando ves un micrófono en una película: te sales
del engaño, miras a tu alrededor y se te pone cara de imbécil.
12. Porque esta noche, a las 20:30, hay Asamblea del 15M en la Puerta
del Sol, y se va a apoyar al movimiento #Yosoy132 en el día de las
elecciones en México, y se va a reflexionar sobre los desahuciados que
pidieron ayuda en la Catedral de la Almudena de Madrid y vieron cómo el
Cardenal Rouco llamó a la policía para que los desalojaran, porque vamos
a ver qué ocurre con los recortes en educación y sanidad, cómo se va a
recibir a los mineros cuando lleguen a Madrid el día 9…
Por todo esto no voy a disfrutar del partido, aunque podríamos añadir
mil más y cada cual tendrá la suya. Quizá tantas como tienen aquellos
que van a pasárselo en bomba disfutando del encuentro. Espero que
mañana, en cualquier caso, sigamos entendiendo que, se gane o se pierda
el partido, lo que a todas luces estamos perdiendo es la democracia. Y
eso sí que debiera concitar nuestro entusiasmo, nuestra entrega, nuestra
rabia. Y que nada que nos debilite en esa lucha merece realmente la
pena.